El amor y el dinero son dos temas extremadamente complejos por derecho propio. Cuando se mezclan al azar, podrían crear una receta para el desastre.
Sin embargo, un socio compatible puede acercarlo más a sus objetivos de libertad e independencia financiera. Todo depende de las reglas básicas, los acuerdos y las estrategias financieras que establezca con su socio. La comunicación es clave y cuanto antes comience la comunicación, mejor.
Estos son algunos factores financieros importantes que debe tener en cuenta al comenzar a fusionar su vida financiera con la de su pareja.
No todas las parejas necesitan una cuenta conjunta
Los expertos han pasado décadas debatiendo si las cuentas individuales o conjuntas son mejores para las parejas. Los dos lados del debate tienen los mismos objetivos de relación: crear un matrimonio más fuerte mientras se ayudan mutuamente a mantener la responsabilidad financiera. Algunos creen que las cuentas conjuntas crean un sentido de unidad que es vital para una relación. Por otro lado, las cuentas separadas permiten que cada persona conserve su independencia, lo que puede fortalecer la relación.
Desafortunadamente, no existe una respuesta clara para las parejas atrapadas en medio de este debate.
La mejor manera de determinar qué tipo de cuenta es mejor para su relación es considerar su personalidad financiera y la de su pareja. Si administra sus finanzas de manera activa, disfruta controlando las decisiones de inversión y se enorgullece de sus cuentas de jubilación, puede ser difícil dejar de repente que otra persona comience a tomar decisiones financieras en su nombre, especialmente si siente que no es tan disciplinado como usted. Sin embargo, un socio de mentalidad similar podría mejorar su proceso de toma de decisiones. Podrían ayudarlo a diseñar estrategias o dividir las tareas financieras para que pueda concentrarse en sus aspectos favoritos de las finanzas.La conclusión es que las cuentas solo deben fusionarse si ambos socios tienen el mismo tipo de personalidad financiera.
No permita que las estrategias de inversión causen fricción
Si ambos disfrutan invertir, asegúrese de tener un estilo de inversión similar antes de abrir una cuenta de corretaje conjunta. Si una inversión es demasiado riesgosa para una persona, pero se ve obligada a realizar la inversión a través de una cuenta conjunta, puede tensar la relación. Incluso si la inversión arriesgada finalmente genera dinero, el drama personal entre usted y su pareja podría superar las ganancias. Esto va en ambos sentidos; un inversor demasiado cauteloso podría frustrar a su socio de alto riesgo.
Esta es una conversación importante para tener por separado de las conversaciones más generales sobre personalidades financieras. Dos personas podrían considerarse igualmente disciplinadas con el dinero, pero luego descubrirán que son totalmente opuestos cuando se trata de estilos de inversión.
En caso de duda, solicite dos firmas
Si está indeciso acerca de una cuenta conjunta, o si uno de ustedes está preocupado por el gasto impulsivo, podría abrir una cuenta que requiera que ambos den su consentimiento para las transferencias de dinero. Al igual que las empresas, este tipo de cuentas conjuntas requieren la firma de ambos miembros de la cuenta antes de que el dinero pueda retirarse, gastarse o trasladarse a inversiones. Esta puede ser una herramienta útil para lograr que los socios se comuniquen sobre los gastos y evitar las compras innecesarias.
Tenga en cuenta que este requisito de doble firma no es infalible. Los bancos a veces depositan los cheques primero y hacen preguntas después, y es posible que un cheque se pueda liquidar sin ambas firmas.
Ambas partes deben asumir la responsabilidad financiera
Independientemente de su situación laboral, ambas personas en una relación deben sentir que desempeñan un papel en las finanzas. De lo contrario, el dinero podría comenzar a sentirse como una asignación o un cheque de pago entregado de una parte a la otra. No es raro que una persona en la relación asuma más responsabilidades financieras, pero ambos deben estar de acuerdo con el plan, y ese plan debe comunicarse antes de que se convierta en la norma. Esto puede ser difícil si una persona no es tan responsable con el dinero y necesita controlar sus gastos a través de un sistema de asignaciones.Como la mayoría de los problemas financieros, es más fácil de manejar si se aborda temprano y se habla abiertamente.
Decida cómo dividirá las facturas
Si una persona obtiene más ingresos que la otra, es posible que las dos consideren dividir las facturas para reflejarlo. En lugar de dividir todo 50-50, un socio que gana un 20% más cada semana puede querer asumir un 20% más de los pagos de facturas. Estas conversaciones deben tener lugar mucho antes de que llegue la primera factura por correo. Además, un socio no debe asumir que los pagos durante el mes cuentan para su responsabilidad de facturación a menos que se acuerde de antemano. “Pero pagué los comestibles” podría llevar a “pero pagué esa cena” y, en última instancia, se convertirá en una pelea.
Ignorar los estereotipos de género
Esto debería ser evidente, pero el género no determina quién debería ganar más dinero o controlar las finanzas en una relación. Si va a dividir los pagos de facturas o asignar tareas de dinero a una sola persona, la decisión debe basarse en quién es más responsable financieramente y nada más.
Fijar metas
Una vez que haya establecido los conceptos básicos, como qué tipo de cuentas tendrá y quién pagará qué facturas, fije sus expectativas más altas. Colabore en objetivos financieros basados en una visión compartida de su futuro como pareja. ¿Dónde quiere vivir y qué tan pronto espera comprar una casa allí? ¿Algún derroche grande en el horizonte en el que quiera trabajar como equipo?
Cada pareja debería hacer esto, incluso si deciden guardar todos los demás aspectos de sus vidas financieras para sí mismos. No necesita una cuenta conjunta para planificar unas vacaciones, y tener una visión compartida puede inspirar a las parejas a hacerse responsables mutuamente de sus metas de ahorro.
La línea de fondo
Estos son los pasos más importantes que deben tomar las parejas cuando deciden comenzar a fusionar sus vidas financieras:
- Comuníquese con claridad y lo antes posible sobre las finanzas para evitar que los pequeños desacuerdos se conviertan en peleas.
- Las cuentas conjuntas son mejores para parejas con opiniones y hábitos financieros similares.
- El estilo de inversión es diferente a la personalidad financiera general y debe ser su propia conversación.
- Asegúrese de que cada persona desempeñe un papel en las finanzas, aunque el tamaño de ese papel puede depender del nivel de interés de la persona.
- Establezca metas financieras en su relación y ayúdese mutuamente a alcanzar esas metas.